Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta. 51 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.

Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, el profeta Natán lo visitó[a]. conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones. y límpiame de mi pecado. y mi pecado está siempre delante de mí. y sin reproche[d] cuando juzgas. y en pecado me concibió mi madre. y en lo secreto me harás conocer sabiduría.

Salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo por haber cometido David adulterio con Betsabé. borra mis transgresiones. y límpiame de mi pecado. siempre tengo presente mi pecado. y tu juicio, irreprochable. pecador, desde que me concibió mi madre. en lo secreto me has enseñado sabiduría. lávame y quedaré más blanco que la nieve.

Este salmo penitencial, escrito después del romance con Betsabé, expresa un profundo arrepentimiento y un anhelo de purificación. David reconoce la gravedad de su transgresión, suplica por un corazón puro y promete enseñar a otros pecadores.

David le suplica a Dios que no le eche de su presencia ni le quite el Espíritu Santo. ¡Tomemos tiempo para escuchar al Espíritu Santo, viviendo dentro de su voluntad!

Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta. Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Y límpiame de mi pecado. Y mi pecado está siempre delante de mí. Y tenido por puro en tu juicio. Y en pecado me concibió mi madre. Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo por haber cometido David adulterio con Betsabé. borra mis transgresiones. y límpiame de mi pecado. siempre tengo presente mi pecado. y tu juicio, irreprochable. pecador, desde que me concibió mi madre. en lo secreto me has enseñado sabiduría. lávame y quedaré más blanco que la nieve.

El Salmo 51 es obra de David, el elegido por Dios para ser el segundo rey de Israel y autor de un total de 73 Salmos bíblicos. En este Salmo 51, nos encontramos con un David arrepentido de sus pecados ante Dios todopoderoso.

Este salmo es una oración de arrepentimiento compuesta por el rey David tras ser confrontado por el profeta Natán sobre su pecado con Betsabé. David reconoce sus transgresiones y clama a Dios por misericordia y purificación.

El Salmo 51 no se limita a expresar tristeza por las acciones cometidas, sino que se adentra en la esencia del arrepentimiento. David, con un corazón quebrantado, reconoce la magnitud de su pecado: "He pecado contra ti, contra ti solo, y he hecho lo malo a tus ojos" (Salmo 51:4).